martes, 10 de febrero de 2009


Carlos Edmundo de Ory



Carlos Edmundo de Ory

¿Yo qué soy?


I


“… cuando me interno en el terreno de la voluntad o del pensamiento espeso, yo no sé todavía el mensaje que traigo, pues el espíritu que sale por mi letra es por el momento un espíritu revolucionario, mas bien destructor y característicamente demoníaco. No soy más que un poeta, un lírico feroz y una voz iluminada que canta libremente…”

El párrafo anterior fue escrito el día domingo 2 de diciembre del año 1950. Su autor contaba con 27 años. Hacía 5 años que había llegado a Madrid proveniente de su natal Cádiz. A los 21 años se preguntaba: “¿Por qué estamos rodeados de auroras de la muerte?” Y a los 25 años afirmaba con clara visión delirante: “¡Jóvenes algo profundos, me oíreis! Tarde o temprano saldré yo con mis libros, como ahora salgo con mis barbas. Como mis barbas de fuego turbador serán mis ideas y mis profecías.”

Carlos Edmundo de Ory nace un 27 de abril del año 1923. Gaditano con raíces marinas y árbol universal. Poeta de posguerra representa en España una de las voces de las vanguardias europeas. De hecho él junto con Eduardo Chicharro hijo y Silvano Sernesi fundan en 1945 el “Postismo” y en 1951 junto con el pintor Darío Suro funda el “Introrrrealismo”. Estos dos movimientos lo hacen en sí mismo ser “la vanguardia” en la España de posguerra. Carlos Edmundo de Ory “pertenece a una estirpe de escritores en los que vida y obra forman una indisoluble unidad.” Esto lo diría Gloria Rey Faraldos refiriéndose a Gérard de Nerval pero creo que es igual de válido cuando nos referimos a Ory. Ya que su poesía, cuentos, novela, ensayos, diarios y vida son un solo ser. Un Golem maravilloso que nos lleva de la mano a visitar el mundo del hombre y los mundos del más allá.


II


La historia del poeta Carlos Edmundo de Ory comienza desde sus padres. Su mamá le escribe contestando a la pregunta del poeta sobre su nacimiento: “Carlitos, tu hora de llegar al mundo fueron las seis de la tarde, creo que era viernes, pero exactamente no te lo puedo decir, pero por la mañana fui a misa y tengo idea de que era viernes: ya sabes que te caíste al suelo al nacer, y por poco me muero yo, y que cuando tenías un mes te salió un bulto en la cabeza y por poco me vuelvo loca, y quise llevarte a todos los médicos de Cádiz y tu padre fue a rogar al Decano de la Facultad que ya estaba jubilado y no visitaba que fuese a verte, y fue y le dije que al nacer te habías caído, y yo lloraba tanto que después de un reconocimiento completo, se volvió a mí y me dijo: “Tranquilícese, Señora, que el niño está bien y será un talento cuando sea mayor.” Esto lo predijo Rodrigo Labin, aquel señor de las barbas largas.”

(Marín, 28-VI-1961.)

Y su padre el poeta modernista Eduardo de Ory, quien fue amigo de Rubén Darío y Amado Nervo, escribió un poema a su hijo en el que afirma: “Tú serás poeta,/ poeta preclaro;/ ¡serás… mi obra magna/ y mi mejor lauro!/. Y en efecto Carlos es por sobre todos los oficios poeta.

El joven aquél que comienza sus diarios en 1944 en Madrid, es desde ese momento, un escritor, un poeta. Joven que ve fechas y datos de lugares como parte de la prosa o del poema. Joven que escribía: “A veces escribo algo tan hermoso que me horrorizo de saberme desconocido.”
Afortunadamente ni el tiempo, ni la censura de algunos críticos y poetas en España, ni el olvido, ni la mala memoria de los seres humanos lograron callar u ocultar la obra monumental de Carlos Edmundo de Ory.

III

Poeta, el más humano y mágico de los poetas que he conocido. Tengo, tal vez, la mala manía de ir a conocer y buscar a los poetas vivos. Me gusta saber cómo son a la par de los poemas que escriben. Y me he llevado tanto sorpresas gratas como experiencias desagradables. Con Carlos Edmundo de Ory el encuentro es en verdad lo más luminoso y afortunado.
He leído casi todos sus libros y mi carne ha dejado de ser triste.
Poemas que son el amor creado y creador. El matrimonio de lo cordial y la imaginación, la lucidez diversa, el estudio en su poemario Técnica y llanto, estudio del ser y el todo. La lucha por recuperar la inocencia, la lucha por la confianza, la crítica, el humor y la investigación de lo ilegible.
Poemas que van desde lo que él llama Aerolitos, poemas que son como aforismos, hasta su poemario Música de lobos que él nos dice es su libro profético.
Poeta-mago, poeta-demiurgo, poeta-visionario, poeta-místico y Poeta-Ory son los estados de conciencia y luz que hacen de los poemarios una experiencia de asombrosa calidez existencial.
Carlos Edmundo de Ory es un poeta que no le gustan las entrevistas, ni los concursos de poesía, ni que ningún premio de poesía lleve su nombre, ni la televisión.
Le gusta dialogar y que uno al estar en su casa investigue todos los objetos que forman su mundo.
El compartir es parte vital de sus poemas.

IV

Aerolito: “Si te gusta ser llamado poeta desde joven, cuida de vivir poco.
Toda una vida con un pequeño mote es ridículo.”

Para un poeta demiurgo como Carlos Edmundo de Ory su misión no ha sido fácil pero ha sido plena y llena de magia.
Su comienzo con la creación del Postismo en 1945 fue aplaudido por Eugenio de ´Ors,
Vicente Aleixandre, Cirlot y otros escritores y poetas que llevan con su nombre la calidad de su obra y la visión. Por otro lado fue rechazado por esa España sumisa y llena de miedo. Y escritores que ahora nadie guarda en su memoria ni en su corazón hicieron que se cerraran todas las puertas para no dejar pasar esta vanguardia.
Afortunadamente para nosotros la fuerza y belleza de la obra de Ory logró vencer esas débiles barreras y llega a nosotros como un tesoro recién descubierto.
Es indispensable y necesario leer junto a la obra poética de Ory sus Diarios. En ellos la poesía desborda de vida y la vida se convierte en un poema que se va construyendo conforme el poeta nos habla de sus momentos, anécdotas, lecturas, viajes, amores y desamores y el encuentro de Laura Lachéroy (pintora) ser y compañera para la visión y crecimiento del Ory hombre como del Ory poeta.
Otro libro que reafirma y que amplía la estructura para el conocimiento de la obra de Carlos Edmundo de Ory es su novela: Méphiboseth en Onu. Y sus cuentos publicados en dos volúmenes titulados: Cuentos sin hadas. Y sus ensayos en el libro: Iconografías y estelas.
El poemario titulado: Sin permiso de ser ángel es publicado en edición bilingüe, inglés-español, y es traducido por Allen Ginsberg y Edith Grossmann.
Otros poetas como Félix Grande, Jaume Pont, Joaquín Marco, Pere Gimferrer, Ramón Ripio y el poeta chileno Manuel Silva reconocen en Carlos Edmundo de Ory al poeta de culto y necesaria referencia para completar la visión sobre la poesía de España y la poesía mundial.

V

En México la lectura de la obra de Carlos Edmundo de Ory ha sido aislada pero sus lectores son de la talla de Efraín Huerta y Octavio Paz.
Así que su lectura llega como parte de un destino luminoso a quien tiene que llegar y da fruto a quien tiene que darlo.
Actualmente existe más difusión en nuestro país de la obra de Ory. Y ya sea porque las editoriales distribuyen mejor sus libros o porque algunos poetas que son buenos lectores al viajar a España se traen entre sus regalos y bebidas libros de Ory.
El próximo año publicaremos los Cuatro manifiestos Postistas.
Y esperamos también editar una selección de su poesía.
Ante una obra literaria monumental como la de Carlos Edmundo de Ory nos queda leerla como él recomienda entrar a un libro de poemas.
Abrir una página leer el poema cerrar el libro. Y así las veces que sea necesario, sin darle importancia al tiempo, con todo el espacio del mundo. Y en algún momento terminar de leer el libro.

VI

Así esta pequeñísima muestra de sus poemas serán una invitación personal a buscar al poeta que vuelve a hacer de la palabra una invocación y evocación mágica para entrar en el poema.
Carlos Edmundo de Ory nos dice que “El cansancio hace inocentes a los hombres.”
Y con esa inocencia nos convertimos en sabios que están por saber y conocer todo.
La respuesta al : ¿Yo qué soy? que nos lanza Carlos Edmundo de Ory es: soy el que yo.
Su obra como ese Yo primigenio y necesario para levantar la imaginación y tomarlo del brazo para pasear entre flores de piedra y tumbas de nubes.
Para caminar en un largo periplo entre sus palabras que son como corazones que nos llaman y que nos quieren bien.


Marco Fonz de Tanya
México, 2006

LO MAS TRISTE DEL MUNDO…

Lo más triste del mundo para mí
No es estar solo solo solo
Lo más triste en el mundo para mí
Es estar solo sin flores sin flores

(Amiens, 4 febrero 1972)

(Del libro MISERABLE TERNURA)


ARCANUM

En este instante en que te llevas las manos a la cara
y alzas los hombros hasta las orejas
sabes que no te importa nada más que el poema
nunca antes sufrido y que te quema la garganta
No hagas caso al desprecio de emociones letales
ponte el alma que ha sido tu camisa de siempre
reconoce el guiñapo lleno de quemaduras
sé tu propio cobayo y no tengas vergüenza
en descampado deja tus facciones transidas
acuérdate de toda tu música de lobo
Habla solo como hablan solos los violines
di entonces aquello que en el mayor secreto
respetaron tus sienes y si en ellas confías
serás fiel a ti mismo y a tu materia mater
La alta poesía es casta descuida enciéndete
aunque vayas a oscuras que la noche te honra
Cada vez me parezco más a Gaspar Hauser

Experto en la vivencia existencial
sientas piedra de escándalo con los cabellos sueltos
Desde luego por mucho que confiese de mí
entre líneas sonando así quiero que suene
un corazón antiguo como un reloj de oro
Yo sé que alguna vez dije más en silencio
riendo bellamente de mí por fin maduro
porque no es a través del verbo como puede
mirar el alma su paisaje chino
Y sin embargo obtuve permiso superior
para asombrar a algunos camaradas de ánimo
con lastimera voz de expósito ambulante
echando bocanadas de sangre por el alma
Empero si mi prójimo viene corriendo a verme
y con los ojos fijos en el suelo me escucha
en voz baja le cuento mi estancia en este mundo
Cada vez me parezco más a Gaspar Hauser

Hoy mi rostro de joven incendiario
lo llevo como tea malgastada y aún
el humo de mis ojos se estrella contra el cielo
Casa no tengo mía ni sé en qué callejuela
dejaré la ceniza de mi levita azul
Estas son las palabras escritas en la arena
infinita del tiempo por demás infinito
Todo empezó en el mar que está en mis tuétanos
y cuando me alejé del sitio de la sal
tierra adentro me he visto dando locos paseos
a impulsos de mi código o mi espacio entrañable
saltando de las camas cuyas sábanas negras
tanto dañan mis sueños manvacíos de espuma
Aquí caí después en la terra corrupta
donde anduve buscando vanamente las redes
mientras tiraba al viento mi sarta de diamantes
Cada vez me parezco más a Gaspar Hauser

( Del libro MELOS MELANCOLÍA)

BAJO MI LÁMPARA DE TRABAJO

I

Azúlate divino chimpancé
que el ángel acaricie tus cabellos heroicos
La hora del humanista ha pasado hace tiempo
Es menester vivir al borde del abismo
El viento se levanta ¿quién se cruza de brazos?
Toco el muro de las lamentaciones
¡Ay de mí! ¡Ay de ellos! ¡Qué dolor!
Busca el hombre la leche y la miel
Lodo y sangre salpican nuestras bocas
Me da pena mirar la corbata del mundo
Fantasmas con zapatos de charol
A cada despertar agoto mis pupilas
Encuadernando lágrimas estoy
Poeta atareado al fin me consolé
diciendo quintaesencias diciendo tonterías
Se abandonó la patria luminosa del ser
Las cosas que yo hago gracias a los que gimen
Escupo ladro acuso y ardo en cólera.

II

Los elefantes son analfabetos
Vino una piedra ayer a visitarme
Tengo un anillo en la lengua rota
El color negro está mal de salud
Bebo un litro de risa y estornudo
La palabra conejo mide un metro
Se ha puesto pantalones el crepúsculo
Nadie sabe por qué las nubes huelen
Lo desgraciado que es un vaso de agua
Mi pensamiento me pidió turrón
La sangre de los trenes me fascina
Mañana cumple años mi pañuelo

III

Hubo un varón en tierra de Hus
Y Job dijo: Aburríme no he de vivir eternamente
Déjame pues que mis días son vanos
Me levanto del pan para ganarme la cama
Tengo que comer ir vestido por las calles
dormir bajo techado en un viejo colchón
a ras del suelo soñar sueños
Nunca tuve casa propia
Por eso vagabundeo y me alejo
Me alejé de la familia un sábado
No dije adiós al mar
No dije adiós a nadie
Caí en manos de la infinita angustia
Poco a poco subía mi cuesta
y sentí mi rostro pudrirse
Pasé el tiempo gozando goces materiales
siempre prisionero de la basura tridimensional
Conocí el extraño secreto de la conciencia
De rodillas ante la humanidad
hoy celebro las fiestas del luto
A la casita de campo de la raza futura
iré a pasar las Navidades
Padre maestro que estás en los cielos
Danos el mazapán de cada año

IV

¿Quién deja sus piernas olvidadas en la cama?
¿Quién es la madre que escupe a los ojos de su hijo?
¿Quién no clava una lanza en el ano de su jefe?
¿Quién canta a medianoche como un loco?
¿Quién se lleva a la cama el cadáver de una doncella?
¿Por qué quieres cortar el pescuezo a tu marido?
¿Por qué nacemos siempre a cualquier hora?
¿Por qué Dios ha escondido las llaves del espíritu?
¿Por qué mamas por qué lloras por qué dices te amo?
¡No llores! ¡No llores! ¡No llores!




V

¿Quién va? ¿Son ratas o transeúntes fulminantes?
Solitario paraje de la queja
Los malheridos y aquellos que esconden su dolor
El hampa donde la delincuencia cunde
La droga pasa de mano en mano con tiento furtivo
En las noches de las urbes trotan pisadas
La basura de la vida se mueve en los rincones
Automáticamente todos tienen miedo
Automáticamente todos tienen deseos
Automáticamente todos quieren ser felices
Cada noche una calle abre y cierra su cremallera
La materia orina o es el canto de la lluvia
Ha caído un ruiseñor en el pantano
Respiraciones y tinieblas en el corro de sombras
Oh Eva oh mundo de oxígeno y serpientes
Bajo astros extraños juega el humo humanal

(Del libro MELOS MELANCOLÍA)

PLEGARIA DE LA LLAGA

Ya está otra vez hablando en verso este guasón
Tiene la mente llena de maitines
Hete aquí su relincho de existencia hete aquí
su súbito suspiro en sol mayor
Pone el grito en la tierra y quién oye su idioma
de garganta de gallo saludando a la vida
¡Ay de tú! ¡Ay de tú! El mundo de belleza
que se hunde en un fracaso de tesoros
Protocolo de errores humanos y de horrores
mientras los tenebrosos trepan hacia la meta
Hace un montón de siglos que el mundo huele mal
a pesar del Espíritu y de los jazmineros
¿Qué es el hombre hoy noche en este santo día?
Tantas masacres tantas hecatombes
Oh linda flor del ser, ¿por qué has perdido el juicio?
Trágate el alma chúpate los ojos
En tiempos de destrozo domina la tristeza
Empero quién se atreve a tapar con pañuelo
el viejo sol de siempre desde Grecia hasta hoy
Bajo los arcos del espacio cantarás todavía
aunque tu pobre corazón se ponga serio
y se convierta el himno a la vida en mayido


(Del libro MELOS MELANCOLÍA)


ESPAÑA
(camafeo)

España un mirlo España
un muro vuela herido
míralo España mátalo
un mirlo un muro un hilo

El monte enseña España
España enseña un muslo
móntalo España el monte
miedo me da la manta
que el muerto muele en sueños

España dile a España
dile que mieles muchas
moscas mitades mieles
mécete España mía.

(París, agosto 1959)

FONEMORAMAS

Si canto soy un cantueso
Si leo soy un león
Si emano soy una mano
Si amo soy un amasijo
Si lucho soy un serrucho
Si como soy como soy
Si río soy un río de risa
Si duermo enfermo de dormir
Si fumo me fumo hasta el humo
Si hablo me escucha el diablo
Si miento invento una verdad
Si me hundo me Carlos Edmundo.

(París, enero 1963)

VETUSTA adoranda est

La antigüedad es divina
Todo gran poeta parece venir directamente de los antiguos

Nuestra madre ha muerto
Escupimos a la cara de los siglos
Los maestros del sueño han enmudecido
La belleza aqueróntica está carcomida
Antes había enviados
eran reyes y locos
Pero ya no hay nada así
No hay locos por ninguna parte
Ya tampoco hay reyes
Ni ángeles ni fantasmas
Los muertos están muertos
No se encuentran mujeres
¿Acaso hay poetas?
No no los hay
Como busco mujeres los busco
Es que ya no hay adoración
y no se sueña
En otros tiempos se soñaba mucho
Nadie admira nadie ora
Ha desaparecido la Risa
No hay quien crea en el abismo
La tristeza de Egipto no se comprende ya
Se ha perdido el honor.

(Amiens, Francia, 1969)

Y el siguiente poema nos lo dedica nuestro querido y maravilloso amigo Carlos Edmundo de Ory y nuestra querida amiga Laura Lachéroy de Ory. Dos de nuestros soles.

TANYA DE FONZ Y MARCO FONZ DE TANYA


Montados en caballos alados como héroes
del sueño envenenados de poesía
con los pies del espíritu y las manos del alma
bajo el sol de la noche y la luna del día
se les puede ver ir y venir alumbrados
con los trajes de luces de los bellos toreros
lidiando los ataques de Arimán
y los diez mil demonios de este mundo de mierda
Poetas absolutos su música su pan
llevando a cuestas sacos de oro puro
yo creo que ellos saben las cosas antinómicas
las que encantan y las que desencantan
el algodón y el hierro el cactus y el jazmín
andamios y columpios el tiovivo
cisnes y cucarachas la tila y el coñac
atravesando esquinas de este valle de lágrimas
desde un lejano Chiapas hasta Thézy-Glimont
ángeles rotos con sonrisas envidiables
Tanya de Fonz y Marco Fonz de Tanya
meciendo la esperanza en las rodillas
vuestro bebé que os pide biberón
o será una paloma silvestre malherida
Han venido los indios que llaman a mi puerta
y yo oigo lo que dicen sus versos amarillos
como el azufre y como el azafrán
por lo tanto infernales y por lo tanto intrépidos
A través de los suelos de México y del mundo
ellos van siempre juntos seguidos de elefantes
y van cantando melopeas lastimeras.

Carlos Edmundo de Ory

(Thézy-Glimont, 31/08/06)






Juan Martínez: La poesía dentro de un outsider



Juan Martínez/ poeta, pintor y visionario




¿De qué habla un poeta que le habla a nadie en general y a todos en particular? Si el destino de un hombre es ser herramienta de Dios y del arte. ¿En qué momento se manifiesta la acción y cuándo se transmite el mensaje?
En la historia de los seres humanos los personajes con el don del vidente o las pulsaciones de lo místico han aparecido cada cierto tiempo para alertar, consolar, prevenir a quienes quieran oír, ver, sentir o ser parte de esa prédica.
El vidente está fuera de la historia, completamente solo, únicamente es responsable ante Dios. Los hombres con sus leyes y sus formas sociales nunca podrán tocar a estos videntes ni los podrán juzgar. Ellos viven fuera de todo tiempo humano.
En el romanticismo del siglo XVIII la inspiración mística se convirtió junto con el éxtasis demoníaco en un concepto supremo de lo poético. La poesía como herramienta para transmitir lo místico.
¿De qué habla un poeta místico? Pues habla y canta los temas sencillos de la vida. En su claridad vive la confusión. En su palabra vive lo religioso. El origen de la palabra escrita en el culto religioso es para el poeta un recuerdo del que todavía se nutre en estos tiempos.
Novalis consideraba al poeta como el hombre que gracias a su consagración mágica penetra en los secretos de la naturaleza y sacrifica su alma para apoderarse de la verdad suprema. El poeta-profeta tiene la misión de abrir “ojos ciegos” y de sacar “de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que están de asiento en tinieblas.” Es el único que ve entre los que están en la oscuridad; él está vivo, los demás son muertos.
Ante esa vida tienen la responsabilidad de acercar el agua del manantial conciente a quien reclame beber ese líquido.
Pero ¿era el poeta Juan Martínez un poeta místico? ¿era un yogui como dice el poeta José Vicente Anaya? Un autodidacta, un asceta, un Brahman. O solo era un outsider creado por su propio tiempo dentro de la historia social del mundo y creado por su propia necesidad de escapar, de ser libre, fuera de todo convencionalismo social.
Juan Martínez que nació un 18 de septiembre de 1933 en Tequila, Jalisco, tierra que varias personas consideran como tierra santa y en donde nacen seres con una sensibilidad muy especial, casi fantasmal. El Benjamín de la familia tuvo la fortuna o el inconveniente de ser hermano de José Luis Martínez, hermano mayor, crítico literario y el editor más influyente del país, dicen algunas personas.
Juan Martínez comienza su nacimiento espiritual muy joven. Si la poesía es dudar también es acierto. Y Juan Martínez comienza a tener aciertos en sus dudas. Viaja a la ciudad de México en donde tiene contacto con varios escritores, poetas e intelectuales del país. Pareciera que el tener un hermano como José Luis Martínez le abriría todas las puertas de la literatura nacional. Pero no fue así.

“Mi hermano casi duque ¿viajará sobre la
dulce canción
resbaladiza de la niebla en Londres?...”



Se aleja, pero sin perder totalmente el contacto con él. Al final el posible rechazo que ambos sienten hacia el otro sea por momentos chispazos de admiración mutua.
Juan Martínez quien nace bajo el signo de la balanza será llevado por el doble sentido de su vida. Doble versión de sí mismo. Cuando el poeta rechaza vivir en medio de la intelectualidad mexicana, publica su primer plaquette: En las palabras del viento. (Título muy adecuado para la época) Es publicado en Cuadernos del Unicornio, Guadalajara, Jalisco, 1959. Editado por Juan José Arreola.
Es el comienzo de su canto para prevenirnos de nosotros mismos. Dando sus primeros aciertos de vidente:

“¡Generación!
Oíd vosotros la palabra del viento que habla
por el hálito de mi nariz.”

Nos dice más adelante del mismo poema “En las palabras del Viento”:

“no os alegréis todavía, simplemente es un
sepulcro abierto,
uno para cada uno, valientes perseguidores de
la verdad.”

Y tras esa verdad deja toda vida cómoda y ciudades amables para él y llega como en estado de iluminación a la ciudad de Tijuana.
En esta ciudad comienza a crearse su propio mito. La verdad que quiere encontrar Juan Martínez son varias verdades y a todas ellas escucha y da la vida. Tijuana es su lugar sagrado:

“A veces sentimos que estamos viviendo en el centro mismo de lo sagrado; otras veces lo sagrado se esconde, se escapa, huye, desaparece. Esta aparición-desaparición se presenta en los individuos tanto como a los pueblos.” Dice Ramón Xirau.
El poeta hace eco de esa aparición-desaparición y la vive dentro de su sacrificio conciente. Vive casi en las calles, trabaja limpiando parabrisas, nada qué perder. José Vicente Anaya cuenta que lo conoció en los años sesenta con agua, detergente y trapo en mano para limpiar automóviles. Y años después declaró Juan Martínez que lo hacía por un voto de humildad, y que para él había sido una gran prueba en el encuentro de la espiritualidad. La palabra puesta en la práctica. Pensamiento, palabra y acción en completo orden espiritual.
Es también a finales de los años sesenta cuando es publicado el poemario: Ángel de fuego. Con un tiraje de 500 ejemplares. En Ediciones El Albatros. Editado por Alberto Blanco y otros poetas que por esos tiempos editaban la revista El Zaguán. Alberto Blanco también conoció a Juan Martínez en Tijuana.
¿Por qué un poeta que se desprende de todo ego y se aleja de todo grupo literario, publica libros? El mensaje es claro Juan Martínez con su poesía nos da sus visiones luminosas sobre cómo ve el mundo. Nos da verdad y nos dice como es la libertad y la independencia del ser humano. A la manera de poetas y hombres espirituales como Jacob Böhme, Ángelus Silesius, Maestro Eckhart, Hölderlin, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Francisco de Asís y más cercanamente se hermana con el poeta Jacobo Fijman y otros más. Juan Martínez nos hace partícipes de la religión del naturalismo místico.
También a la manera de poetas vagabundos, poetas sufíes y poetas beats, nos introduce a salir de ese mundo de apariencias. No creer en la ilusión y buscar dentro de esas imágenes la verdadera vida. ¿y cómo se hace eso? Pues por medio de la palabra, el poema:

“Hay un germen en todo gran poema
que al ejercer contacto con el espíritu del
hombre,
singulariza a través de una chispa
transmisora
una potencia consubstancial; a partir de este
momento
el que revive lo intuido por el poeta,
clarifica y extiende el paisaje diseminado en
las líneas
mas cada espectador adapta el reino
a la posibilidad de su genio.”

Este poema “Carta 2” es una clara epístola que comparte su visión de su poética. Juan Martínez es un poeta en verdad amoroso en su palabra. Y al dar ese amor no miente como otros poetas. Juan Martínez es un poeta único en su tipo como hombre y como poeta. Creo que México hasta este momento tiene dos poetas-místicos: Concha Urquiza y Juan Martínez.
Digo entonces sin temor a equivocarme que el poemario En el valle sagrado, es fundador de la poesía mística. Aunque seguramente a Juan Martínez no le hubiera gustado que su poesía fuera encasillada en ese concepto o tal vez ni le hubiera importado. Tanto que el poeta-pintor, Martínez no sólo escribía poesía sino que la vivía plenamente y profundamente. Y compartía con su vida poética la vida de pintor y la del ser que entra en estados de contemplación de tal manera que como un Buda ve al mismo tiempo el macrouniverso y el microuniverso.
Hombre al fin dicen que tenía sus demonios a flor de piel y que comía basura y que fumaba mariguana y que se quería acostar con todos los que llegaban a visitarle, mitos de un hombre que se convierte en mito.
En los años setenta son publicados algunos de sus poemas en la revista el Corno Emplumado, editado por Sergio Mondragón y Margaret Randall.
Al entrar en los poemas de Martínez andamos por una forma de vida más que por palabras. Versos construidos a la vereda del camino con el fuego sagrado sobre la piedra:

LO QUE DIJO EL POETA A LA TURBA

Ya os lo dije una vez en singular ocasión:

No quiero nada con sapiencias vaharientas y
cansadas, mientras el tordo continúe silbando
su mejor canción en el sótano de los huesos, y
las zarzas conserven su alcurnia de doncellas
en las secas vertientes del silencio.



Yo poeta, aunque cargado de
nostalgia y rumores subterráneos, palpito entre
dos vidas y puedo ver la hora violácea,...


Creador y destructor de su propia obra. Cuentan quienes lo conocieron y convivieron con él que destruyó gran parte de su obra poética y su obra plástica. O tal vez Juan Martínez pensaba que al destruirla dejaba toda esa energía de la obra en el universo para que viviera allí y fuera recibida por todo ser viviente.
En 1986, Christopher Domínguez y Javier Sicilia tuvieron el acierto o la misión divina de publicar la obra de Juan Martínez en el libro “En el valle sagrado” en la colección Molinos de Viento de la UAM. Libro que contiene nueve poemarios como nueve círculos de Dante. Vamos de maravilla a maravilla. Cada libro guarda poemas en verdad luminosos y clarividentes. Será por eso que José Vicente Anaya le da el nombre árabe de Hafiz a Juan Martínez, título que se le daba a los hombres por su Voz de lo Oculto e Intérprete de los Misterios por la belleza y profundidad lumínicamente mística de sus poemas.
Así con todo eso hombre al fin la locura, dicen lo alcanzó. O sería que ya había llegado a concluir su misión sagrada. La locura fue para los griegos enfermedad de poeta. Y así se le consideró a Juan Martínez. Y antes de morir estuvo algunos meses en un siquiátrico de Guadalajara. Tenemos entonces también a nuestro “poeta maldito”. Dudo que un ser tan luminoso como Martínez sea maldito. Tal vez lo sea para las malas conciencias de algunos poetas pero no para el ser humano en general.
El poeta-pintor, vidente-brahman, vagabundo-místico, muere el 18 de enero del 2007 en Guadalajara, Jalisco. Fecha muy cercana al fallecimiento de su hermano José Luis Martínez. Los caminos del conocimiento son misteriosos aún en las despedidas.
El poeta José Vicente Anaya preparó un libro con la obra completa de Juan Martínez. También Sergio Mondragón publicará un libro similar.
Como dato curioso fue José Vicente Anaya quien nos presentó al poeta Juan Martínez con su libro En el valle sagrado. Nos regaló el libro y nos dijo que era un poeta muy interesante. Fue cierto. Era el año 2002 cuando nos hizo el obsequio. Al fallecer Juan Martínez, Tanya de Fonz, soñó o tuvo una visión, Juan Martínez nos regalaba un libro y nos pedía un escrito. Su libro de regalo es la poesía y el escrito aquí lo presento. Toda misión divina tiene un final feliz. Aún para un outsider que lleva de corazón a la poesía:

“Como se anuncian los vaticinios luminosos:
con alas transparentes, sin ruido...”
Juan Martínez

Marco Fonz de Tanya
México, 2008


Marco Fonz de Tanya/ Chiapas 1998
Fotografía: Efraín Ascencio Cedillo

Antepasados


Un día más sobre las ruinas y mi locura será eterna.

No cierro por completo mis ojos
por temor a que me ataquen
los fantasmas de estos sitios.
Todo aquí tiene una piel transparente y viscosa
se mueve tan despacio que me da vértigo el movimiento estático
que hace sombra de mi luz recuperada.

Una pluma más de quetzal y vomitaré todas las iguanas y armadillos
todos los monos y los príncipes insepultos.
Una pluma más de guacamaya y vomitaré todos los lagartos y garzas
todas las ceibas y cafetales, todas las escalinatas.
Una mancha más de jaguar y vomitaré los lugares sagrados
todos los caracoles de río y todos los días del calendario estelar.

Un día más sobre estas ruinas y comenzaré a tragarme
el cuento de nuestra grandeza en el pasado.
Como si no los viera llorar perdidos en los siglos.
Como si nos los viera suplicar un poco de ayuda.
Como si no los viera buscar escorpiones debajo de sus camas.
Como si no fueran los eternos cobardes a la muerte.

Grandeza ancestral mi pie sobre la roca.