sábado, 9 de enero de 2010

Alvaro Suárez: Pintor de nuevo mundo


Fotos Viviana


Difícil en estos tiempos encontrar seres maravillosos con dones especiales de verdaderos seres de LUZ. El pintor peruano Alvaro Suárez, o mas bien, pintor, arqueólogo, paleontólogo, músico, escritor, y un buen ser humano.
Llevaba yo un día en Lima cuando de repente me encontré sin un lugar en dónde dormir hasta que me llegara dinero para moverme de Lima la horrible e ir a Quito para leer mis poemas en la Universidad Central de Ecuador. Así andaba yo por ese primer contacto con Perú, que se lo prometí a César Vallejo ante su tumba en París que el primer país que pisaría de latinoamérica sería Perú y así lo cumplí.
Pregunté en qué lugar se reunen los artistas de Lima y me dijeron que en Barranco y ahí fui a Barranco. Pero creo que llegué muy temprano pues todo estaba cerrado y no había ni personas ni artistas. Qué se hace cuando se está sólo pues se busca el mar. Así lo hice en Barcelona, así lo hice en Oregon así lo hice en Guatemala y así lo hice en Lima. Si te toca llorar es mejor frente al mar y ahí de cabeza mirando el mar cerré los ojos y escuché a la matriz del hombre hablarme.
Entre las olas la mar me hablaba como si en cada ola hubiera trueños y relámpagos y así me hablaba el mar de Lima. Y entonces después de levantar piedritas caracoles y conchitas marinas fui a tomarme mi primer café y fue reencontrarme conmigo mismo y mi realidad de viajero.
Entonces caminé en busca de cybercafé y encontré uno. Entré con la esperanza de tener buenas noticias pero no había nada todavía.
Al estar ahí con la pantalla azul en mi cara escuché en el cubículo de al lado a un hombre hablar en voz alta y decir que él vivió en México. Le hablaba con emoción a una mujer joven. Después supe era su sobrina. Y al escuchar que vivió en México con la pequeña desesperación de alguien como yo que en ese momento no tenía nada pues me atreví a hablarle y cual fue mi sorpresa y grato alivio de que el hombre que hablaba de esa forma era nada menos que el pintor Álvaro Suárez. Increible encuentro, platicamos ahí mismo como media hora, le expliqué mi viaje de medio suicidio, sin dinero si amigos con medios contactos y la falta de un lugar en donde pasar tres o cuatro días. Él habló con varios amigos sobrino y por fin me dijo que ya tenía yo en dónde estar. Y así fue, llegó después un buen amigo también llamado Daniel y fuimos todos al estudio-casa del pintor.
Sorpresa siempre de conocer a los grandes su humildad y calidez humana. Es increible saber que existen seres así desinteresados de todo lo que puede estorbar a su obra. Música, Álvaro tocó el piano, blues y más blues, excelente músico. Videos, libros escritos por él, fumar, tomar y reir.
Y así pasó la tarde después me invitó a comer a un restaurante de chinos. Y me hizo recordar tanto a México y compartió conmigo su experiencia en México.
Y al final del día ya tenía yo en donde dormir. En casa de los padres de Daniel en un lugar cerca de Lima llamado Tablada. Un sitio lleno de buenas personas. Daniel me llevó a los bares que él decoró después fuimos a cenar. Otro amigo de él al día siguiente me invitó a comer ceviche y esa tarde trabajé de carpintero barnizando unas tablitas que servirían para calendarios destinados a China y ahí gané mis primeros 10 soles. Claro que también iba vendiendo mis libros. Ahí estuve tres días hasta que decidí que ya era tiempo de seguir el viaje. Y seguí un viaje de cinco días por autobús hasta llegar a Quito. A mi regreso a Lima volví a buscar a Álvaro y ahí estaba él con su sonrisa de siempre y su amabilidad. La vez anterior me había regalado un cohiba para fumar en mi pipa y otra vez lo hizo así y ahora llegó un amigo español y nos invitó a comer al mercadito y abrió una botella de vino tinto y su platica de su recién regreso del desierto de Perú en donde encontró una nueva especie de ballena que complementaría un eslabón perdido en la evolución de los cetáceos. En fin un hombre como el mismo Leonardo. Completo humanista en el barrio de Barranco. En donde él mismo dice que si lanzas una piedra matas a algún loco.
Un buen encuentro de vida que me dejó un retrato hecho por Álvaro detrás de una estampa religiosa de la Virgen de Guadalupe. Reafirmando que soy Marxista-Guadalupano.
Ojalá la vida en algún momento me permita devolver tan gran amabilidad por parte de un pintor de nuevo mundo: Álvaro Suárez.

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