lunes, 22 de marzo de 2010

Abrir los oídos a Lautreamont


"Aquí hay quienes escriben para conseguir los aplausos de los hombres, por medio de nobles cualidades del co­razón que la imaginación inventa o que ellos puedan te­ner. ¡ Yo hago servir mi genio para pintar las delicias de la crueldad! Delicias no pasajeras ni artificiales, si­no que, al comenzar con el hombre, terminarán con él. ¿No puede el genio aliarse con la crueldad en las resoluciones secretas de la Providencia? ¿O porque se sea cruel se tiene que carecer de genio? La prueba se verá en mis palabras; vosotros sólo tenéis que escuchar­me, si queréis… Perdón, me pareció que los cabellos se me habían erizado, pero no es nada, pues con mi mano he conseguido colocarlos fácilmente en su pri­mera posición. El que canta no pretende que sus cava­tinas sean algo desconocido, al contrario, se satisface de que los pensamientos altivos y perversos de su hé­roe estén en todos los hombres’.

Conde de Lautreamont

martes, 9 de marzo de 2010

Para N.D.

Odilon Redon


Gloria al hombre que logra transmutar su dolor en creación. Su dolor en olvido y en camino a seguir. Volver de los pequeños infiernos del ser humano y hacerlos poema. Gloria al hombre enamorado del principio y de los confines. El lamento es ancla que hay que hacer que flote que se libere que se vuelva un ancla de polvo y de respiro. Hasta hoy caí en el juego cruel de los espejos de alabanza hueca. Por fin escucho palabras de sabiduría en boca de una joven sacerdotisa que trae en sus manos un fuego nuevo y que sana.
El otro día a la hora en el que la tarde entra a mi cuarto ella me tomo entre sus brazos y me curó y me salvó y sacó de mi todo mal y me dejó transparente y vacío para ahora llenarme con flores de futuros cósmicos nacidos inevitablemente del caos.
Aprender a guardar silencio, aprender a ver que hay caminos sobre el mar. Aprender a que la ira se convierta en poema, en canción, en creación. Dormir con la paz de los hombres buenos. Salvar los enojos y hacer del llanto la risa viva del hombre resucitado. Gloria al dos veces muerto y dos veces vivo. El amor nuevamente hace de mí un genio, un buen genio con bonanza. Qué importa ahora los malos poetas los corruptos los enfermos de un poder pequeño miserable mortal. Qué importan ahora las asociaciones de escritores o de artistas tan malos como tan pobres llenos de miedo. Toda lucha está en la felicidad de la creación, en el plasmar palabra, obra y pensamiento en cada huella que uno deja en la tierra. Los veré por sobre mi hombro y me dará risa el haber jugado con ellos. Los malos poetas.
Ella mi primavera, mi luna roja, mi corazón blanco. Mi camino a Lisboa. Ella poeta y maga. Ella risa del conocimiento. Ella vientos alisios. Reconocimiento del juego y del sueño en letras del fuego negro. No tengo que hacer preguntas ella me contesta sin decir yo nada sin que nada ella diga. Lo que ayer comenzó con violencia en otra parte en otros días es ahora la ternura quien da profundidad a mi visión. Nada ya queda para lo pasado, sólo las hojas sobre la tierra. Ahora me dice ella que los árboles crecen al revés y yo los veo de esa forma y vuelo por debajo de la tierra.
Gloria al hombre enamorado de los abismos de lo posible pues le es dado alas para ser libre. Gloria a quien se libera del dolor y de la monotonía. De la falsa magia y de la falsa poesía.
Gloria a quien se descubre nuevo y bello. Bienaventurado el Mesías Salvaje y su genio del amor universal y fraternal.
Ahora al entender todo dejo mi antiguo cuerpo, mis miedos, mi violencia y mi ira.
Dejo lo triste, lo malo, lo podrido en la palabra, lo terreno.
Gloria a quien pertenece ahora al mar y sus creaturas. Ahora al escuchar la voz de ella. Ahora al oírla escucho el latido del corazón de sus poemas.
Gloria al hombre enamorado de quien es imagen, destino y poesía. Ella.



Efraín Ascencio fotógrafo de las cosas invisibles


El cíclope como lo llamó el novelista Gabriel Hernández. Cíclope porque cuando uno voltea a ver a Efraín Ascencio siempre tiene su cámara en la cara y pareciera que es un moderno cíclope. Acertada imagen y acertado nombre por parte de Hernández.
El silencio y la meditación de la cual se nutre Efraín se ven reflejados en su trabajo fotográfico.
¿Cuál sería la misión del fotógrafo? ¿por qué muchos críticos todavía no consideran que la fotografía sea arte?
Para mí la misión de Ascencio es mostrarnos las cosas o los seres invisibles que habitan en los seres visibles. No radiografías, no fotografiar fantasmas. No. Si no mostrar lo que el ojo pierde cuando se enfoca en certezas. Y Ascencio detiene esa certeza y nos muestra que alrededor habita lo invisible. Lo detiene ahí para que seamos observadores de lo que antes fuimos participantes y así todo claro nos muestra lo oscuro de la luz.
Adentrarse a la obra fotográfica de Efraín Ascencio es presenciar el arte de la fotografía en la foto. Llegar a un diálogo de arte con lo humano. Lo divino con lo mortal. Al habitar estos dos espacios en una foto se entiende y se puede sentir cómo el arte se transforma en inmortal y cómo lo finito pasa a un espacio cósmico sin que esto contradiga una lógica.
Así la foto se convierte en arte así la visión del fotógrafo se vuelve señal de lo maravilloso así la visión en la fotografía se vuelve múltiples visiones en el espectador y participante de la misma foto.
No se puede negar lo evidente. La fotografía de Efraín Ascencio es eternidad latente en un pequeño espacio de este gran universo llamado foto.